El sólo hecho de tocar del tema de la comida hace que los padres se pongan tensos o lancen un suspiro. Y es que, para algunos adultos cuyos hijos no comen demasiado, o no lo hacen como ellos quisieran, hablar de la comida es un tema cuanto menos, delicado. Aquí, algunas recomendaciones para estos padres.
A cerca de la eterna duda de los padres sobre ¿lo estaré haciendo bien? Aquí algunas ideas de esas cosas que nos pueden ayudar a sentirnos buenos padres.
Lo que inquieta a los padres no son sólo los problemas que pueden derivarse de una mala alimentación como problemas de sobrepeso, obesidad, etc., sino además problemas derivados de ésto, por ejemplo, problemas de ansiedad, de aceptación social, de autoestima, etc.