Muchos tenemos montado el cole en casa durante este confinamiento. Los padres nos hemos convertido en profesores de nuestros hijos repentina e improvisadamente. Con mayor o menos vocación pedagógica, estamos asumiendo ese rol de una manera tan amplia que desborda al más pintado. Pero, ¿qué estamos aprendiendo de este confinamiento?
Con el ritmo de vida que llevamos, las prisas en nuestro día a día, es complicado ver el exceso de estímulos y la falta de tiempo a la que están sometidos nuestros hijos. Os propongo cómo evitar la sobre-estimulación, volviendo a lo más simple.
Los padres estamos muy implicados en la educación de nuestros hijos, y ese es el principal motivo por el que los niños tienen otras actividades fuera del horario escolar. Pero con tantas actividades, ¿tienen tiempo para jugar, para aburrirse?