Vuelta a la rutina
Imagine que su hijo termina de comer y va al baño a lavarse los dientes sin que le digas nada. Fantástico, ¿no? Pues ese es el poder que tiene la rutina.
Imagine que su hijo termina de comer y va al baño a lavarse los dientes sin que le digas nada. Fantástico, ¿no? Pues ese es el poder que tiene la rutina.